domingo, 22 de marzo de 2015

Vuelve la fiesta de los libros / JRP

Más de 800 títulos y 212 mil 740 ejemplares, estaban dispuestos hasta este último viernes en almacenes para garantizar la XXIV Feria Internacional del Libro de Holguín, a celebrarse entre el 25 y el 29 próximos, fiesta del saber dedicada a los intelectuales Olga Portuondo Zúñiga, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2010, y a Leonardo Acosta, Premio Nacional de Literatura 2006.
Al intercambiar con la prensa, Orlando Arzuaga, director del Centro Provincial del Libro y la Literatura en Holguín, el directivo explicó que para esta edición la feria holguinera dispone de varias novedades, a destacar entre estas, el Pabellón Universitario el cual tendrá como sede la Casa de Iberoamérica.
También abrirán sus puertas por primera vez, un espacio dedicado a los jóvenes escritores en la Casa de la Cultura Manuel Dositeo Aguilera, el Pabellón de las Ciencias, cuyo escenario será el Museo de Ciencias Naturales Carlos de la Torre y Huerta, y dos carpas.
El Mundo Tiene la Razón, carpa que acogerá a decimistas y repentistas y la “15 Aniversario”, dedicada a celebrar los primeros 15 años del sistema de ediciones territoriales conocido como Rizzo, proyecto que nació atendiendo a una sugerencia que le hicieran escritores del municipio holguinero de Báguanos, al Comandante en Jefe Fidel.
Además de los nuevos escenarios, se mantendrán con diversas propuestas literarias el Pabellón de Ciencias Sociales y el de Informática en la Biblioteca Alex Urquiola, el infantil Tesoro de Papel, en La periquera, así como los espacios Detrás de la Palabra, en el Piano Bar Las Musas, de la EGREM, La Hora Martiana con sede en la casona de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y La Hora Tercia en el Centro de Arte.
Como es habitual, la casa Ediciones Holguín acogerá el programa profesional de la Feria del Libro. Al decir de la poeta y editora Kenia Leyva, a cargo de dicho programa teórico, tendrán lugar allí varios paneles, citas de debate en las que prestigiosos intelectuales disertarán sobre diversos temas relacionados con las letras.
“El programa abrirá con un panel dedicado al centenario de la publicación de Metamorfosis de Frank Kafka, el segundo abordará al personaje en la narrativa cubana, el tercer panel tendrá como eje de discusión el polémico tema de la crítica literaria y el cuarto y último debatirá sobre el sistema de ediciones territoriales, con el título, En las márgenes de la capital”.
Entre los panelistas destacan intelectuales de la talla de Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura, José Manuel Espino, Lourdes González Herrero, Rigoberto Rodríguez Estensa, Manuel García Verdecia, Eugenio Marrón Casanovas, Aida Bahr, todos creadores de reconocida obra en el campo de las letras cubanas.
La feria holguinera difiere de las del resto del país por algunas especificidades entre estas que en su contexto la ciudad acoge a editores de la inmensa mayoría de las editoriales de provincia quienes traen propuestas de sus sellos para optar por el Premio Nacional de Edición que entregan El Centro Provincial del Libro y la Literatura y el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Pedro Ortiz Domínguez.
Editoriales como Hermanos Loynaz, de Pinar del Río, Ancora, de la Isla de la Juventud, Ediciones Matanzas de la Ciudad de los Puentes, San Lope, de Las Tunas y Ediciones La Luz, y Holguín, ambas de la Ciudad de los Parques, ya están inscritas para concursar por el codiciado premio.
Ediciones Holguín como casa anfitriona de la Feria Internacional del Libro en la provincia después de haber dejado notable impronta a su paso por la feria de la Habana, presentará aquí una buena cantidad de títulos entre estos el poemario Gaviotas Blancas, del Héroe de la República de Cuba, Ramón Labañino Salazar, uno de los Cinco.
También presentará títulos como, La Virgen Cubana en Nipe y Barajagua, de Ángela Peña Obregón, Roberto Valcárcel y Miguel Ángel Urbina; Manau Tupapau, de M. García Verdecia, El Otro País, compilación homenaje de Ediciones Holguín a la India, país invitado de honor de la Feria, con traducción del propio García Verdecia, y además estará entre las presentaciones de casa, Releer a Casals, ensayo de Luis Álvarez.
Otras presentaciones que esperan los lectores son: Enigmas y otras conversaciones y Reto a la soledad de los héroes Antonio Guerrero y Orlando Cardoso Villavicencio respectivamente. También se espera con grandes expectativas la inauguración de la exposición de cubiertas de libros dedicados a los Cinco, publicados en diversas partes del mundo.
Muchas otras son las propuestas que trae esta XXIV Feria Internacional del Libro, inauguración de exposiciones, conversatorios y conferencias, venta de libros raros y de uso, un considerable número de actividades culturales, recitales poéticos, y la fortuna de compartir con escritores de gran reconocimiento entre ellos los dos a quienes está dedicada esta gran fiesta de la lectura y el saber.

lunes, 9 de marzo de 2015

Mierda, Pasaporte, mierda / JRP

Mierda es una palabra sucia, lo que los cubanos llamamos “mala palabra” o “palabrota”, sin embargo, en el ámbito teatral, el grotesco vocablo adquiere una significación completamente diferente, para el milenario arte de las tablas, es suerte… vaya que los teatristas no pudieron buscar otra palabrita… Pues el público que este sábado colmó la sala Alberto Dávalos le deseó mucha “mierda” a Pasaporte, “tronco de obra del holguinero Yunior García”.
Aún cundo vuelve sobre el tan llevado y traído tema de la emigración, pi constante en el cine, la televisión, la literatura, la plástica, en fin, no escapa ninguna de las artes, y es que al parecer este es el plato principal en una isla como la nuestra, donde un altísimo por ciento de la población quiere viajar, o tiene un amigo o un familiar que lo ha hecho o lo va a hacer, incluso para muchos salir del país se convierte en el culmen del éxito.
Con el sugerente nombre de Pasaporte, esta comedia que por debajo de las constantes risas que provoca tiene el dolor que nos dejan la separación, la añoranza, la fragmentación de la familia, a través de tres historias centrales de cubanos que viven o están fuera de la geografía nacional nos cuenta con inteligencia y suspicacia que el cubano lleva en su ADN el gen del viaje, no importa que haya qué hacer o cuántas fronteras tenga que atravesar.
Un desfile de personajes excelentemente interpretados por las actrices Yamilé Pérez Medina, (Carolina y María Laura), Danay Cruz Estupiñán (Susana “novia” y cubana emigrante), y los actores Víctor García (Adrián, Mesero y Cubano que quiere viajar a Canadá) y Carlos Enrique Carret (Payaso, Piloto, Alfonso y Fernando “novio”), conforman la nómina de la obra y entrecruzan sus vidas para tejer los hilos de una trama sencilla pero sin dudas muy bien lograda.
Es cierto que cada personaje está muy bien diseñado y que su intérprete le otorga el ritmo que este demanda pero para ser justos es loable desatacar el desempeño de Carlos Enrique con ese payaso inmenso, que le permite mostrar su inconmensurable talento como actor con un trabajo digno de todos los elogios, lo mismo que logra Yamilé Pérez con “Carolina”, la cubana que vive en Miami y no le va bien “Me va súper bien”, quien con excepcional brillo lleva a cabo uno de los principales puntos de giros de la puesta y provoca en el espectador al unísono la risa que te ahoga hasta la reflexión que te saca una lágrima desde lo más profundo del pecho.
Y eso a mi juicio es pasaporte desde principio a fin, un juego constante entre lo cómico y lo dramático, hacer reflexionar a través de la risa sobre una realidad que casi todo el que la vive termina llorando. Lograr con inteligencia y no con el discurso habitual, poner al descubierto el verdadero rostro del añorado “sueño americano”,
No oculto que hubiera preferido que alguno de los emigrantes hubiera dado señales de triunfo como le ha sucedido a muchos cubanos que andan regados por el mundo, porque al final la obra deja un sabor amargo de la emigración, a todos los personajes les va mal, la nostalgia supera sus escasos éxitos, sin embargo la vida demuestra que en materia de emigración si bien no todo es color de rosa tampoco las cosas se pueden ver exclusivamente en blanco y negro.
Pero más allá de qué me hubiera gustado a mí particularmente, o qué le hubiera gustado a usted, no hay dudas de que Pasaporte, de Trébol Teatro, de la mano de Yamilé Pérez, tiene el mérito de echarse al público en un bolsillo, de hacerlo reír hasta la saciedad con la misma fuerza que lo pone a pensar con una reflexión tan bien concebida, “Cuba es más que las palmas, más que Fidel, más que el malecón, eso es patria, si me quitas eso qué me queda”. La pregunta hace tragar en seco, rompen los aplausos y yo no tengo más que decir, mierda que genial está esto, Mierda Pasaporte, Mierda.

domingo, 8 de marzo de 2015

Símbolos en la panza de un caimán / JRP

Nunca logré ver el caimán pero si sus dientes y sobre todo una gran obra traída a la escena holguinera por Teatro del Espacio Interior del Camagüey, tierra de arraigada y probada tradición teatral. Ellos no podían hacer menos, tenían que dar fe de dicha condición agramontina y así lo hicieron con una puesta osada, a juicios de no pocos, contestataria, que sabe muy bien lo que busca y a través de símbolos y de una impecable actuación logra conseguir lo que pretende.
Si de un examen de semiótica se tratara “La panza del caimán” alcanzaría la evaluación de 5 con asterisco. A través de los símbolos incluso más que con la palabra desnuda la historia de esta Cuba alegre, muy alegre, pero también dolida. Baste con rememorar el inicio de la puesta, las sombras caminando de un lado a otro con maletas, luego se descifra el jeroglífico, se hace la luz y advertimos que se trata de la vieja tradición de darle la vuelta a la “manzana” a las doce de la noche del 31 de diciembre con una maleta para que en el nuevo año se cumpla el sueño de viajar.
Qué mayores símbolos que los zapatos viejos que rodean el espacio donde ocurre la trama, la estrella hecha de zapatos viejos, las maletas entrecruzadas por cuerdas sobre la loma de zapatos viejos, qué significación tienen los zapatos si no los pasos que van hacia todas partes, qué significación tiene para un cubano una maleta, más claro ni el agua.
La panza… es una obra incómoda —como el improvisado teatro arena que concibe el festival en el escenario de la sala Raúl Camayd del Teatro Suñol— una puesta en escena cuyos actores en medio del delirio (con notable dominio de la técnica) dicen cosas duras y hacen una luminosa radiografía a su país desde un teatro de la resistencia. El experimentado Mario Junquera sabe poner cada palabra dónde va, cada risa donde corresponde y cada reflexión profunda en el justo lugar que toca.
Sabe jugar con fragmentos de poemas de Guillén, los usa con saña a su favor, y nos pone a rascarnos la cabeza con aquello de que “No tengo lo que tenía que tener”… ese es el teatro, bocón per se, que mete el dedo en la llaga hasta hacerla sangrar. Mario Junquera puso a su altura a las muy jóvenes Lianet del Risco e Iris Mariño, los tres conforman un elenco a la grandeza de la puesta.
Al principio alguien dijo que la obra estaba hecha para verla frontalmente, sin dudas se equivocó, La Panza del Caimán es una obra que desde cualquier ángulo que se vea deja al espectador sin aliento pues la fuerza de los símbolos y de la palabra no conocen de posición, si no que alguien me diga qué sintió al escuchar cuando los personajes repetían “aceptar”, “aceptar”, “aceptar”, o cuando la voz irrumpió el silencio y encima de la loma de viejos zapatos dijo: “El farol que mi padre empleó en la Campaña de Alfabetización hoy alumbra esta chalupa”.

Los hombres no lloran / JRP


¿Mami, los hombres no lloran verdad? La interrogante con acentuado matiz de afirmación irrumpió en medio de la oscuridad entre los gritos de dolor y desesperación que se escuchan de fondo. Así empieza a compartir el Asesino su triste y tenebrosa historia con el público que en un silencio total deja que la fuerte voz del protagonista cale en lo más profundo de su ser.
Esta excelente propuesta de Teatro La Loba, de Chile llega al Festival de Teatro Joven para sin lugar a dudas marcar una notable diferencia en lo que hasta ahora ha subido a la escena de esta séptima edición, y por qué no, el contraste lo logra establecer incluso con las propuestas de ediciones anteriores.
Asesino traspasa la frontera del teatro convencional para darse la mano con el performance. Desde las velas encendidas a la entrada de la sala Alberto Dávalos, los dibujos que muestran los brutales métodos de tortura empleados por los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), órgano tenebroso y represivo de la dictadura de Pinochet, elementos que por la manera en que fueron colocados a lo largo de la de por si incómoda escalera de acceso a la sala, constituyen un obstáculo a vencer por el espectador, por lo que le vienen muy bien a las búsquedas de este trabajo. Sin embargo fue una verdadera lástima que la iluminación de toda la sala desde su misma entrada no haya podido hacerse con la luz de las velas pues indiscutiblemente el efecto visual hubiera sido mayor en notable sintonía con la plasticidad de esta puesta teatral que explota con acierto recursos audiovisuales.
Se apaga la tenue luz, empiezan los gritos, el espectador ya está medianamente preparado para ¿disfrutar? de esta escalofriante historia, contada por uno de sus siniestros protagonistas. Está acostado en el piso con aspecto cadavérico, encima de él una imagen proyectada que muy bien demuestra el conflicto del pasado de este retorcido ser.
¿Cómo llegó a ser un asesino?, ¿Fueron los traumas de la dura infancia los que lo despertaron a la bestia?, ni así se justifica. Retumba en mis oídos una historia que no es la mía, tengo ante mis ojos exaltados a un verdadero asesino, caracterizado exquisitamente por el joven actor Álvaro Paltanioni. Prosigue el discurso y en medio del relato macabro el erotismo aflora, y yo me cuestiono, ¿cómo puede haber erotismo en tan escalofriante monólogo?, ¿cómo logra hacerme dudar entre el odio y la lástima este abominable ser?, lo consigue, sin dudas con singular virtuosismo. La voz retumba como un martillazo en la sien, el dolor le sale desde lo más profundo desde donde también le sale el miedo y los gestos que le dibujan la enajenación en el rostro. La voz lacera como la afilada hoja de un cuchillo, y yo desde mi asiento percibo el olor a sangre, veo a dos hombres sudorosos teniendo sexo, el ojo del tristemente célebre “Guatón Rojo” mirándolos, quizás con deseo de entrar en la orgía aun cuando sus ojos brillan cuando narra con desprecio su extravagante manera de tratar a “la putica de la esquina”.
El silencio abruma, solo la voz del Guatón se escucha, vuelve una y otra vez a hablar con “mami”, ¿verdad que los hombres no lloran?, la pregunta se le clava en el pecho porque sabe que fue débil, porque él también sintió el dolor, porque “tomé un sorbo de orine” yo siento que me falta el aire, el Guatón me llevó hasta una oscura pieza en Villa Grimaldi, he llegado al infierno, me mira a los ojos, baja la voz, vuelve al mismo sitio de donde se levantó, la serpiente se muerde la cola, la luz tenue desaparece, la oscuridad se adueña de la sala y en medio de la penumbra irrumpen los aplausos, el Guatón sale de escena, los aplausos continúan, los gritos de ¡Bravo! Murió el Guatón, regresa Álvaro, el chico que Manolo me presentó en el Parque, que me enamoró de su historia, le pide al público que no se vaya, los que ya se disponían a salir regresan, él explica lo que ya de sobra ejemplificó con su talento, y yo confirmo lo que advertí desde que me contó algunos detalles de la puesta, y ciertamente el mérito no es para el actor, él apenas es un vehículo que tiene la responsabilidad de acercarnos a una escalofriante historia sin la más mínima dosis de política, aun cuando la arquitectura del asesino parte de esa nube negra que oscureció a Chile por más de 15 años.
Quizás pudiera resultar paradójico que “Asesino” la disfruté como quien saborea un delicioso manjar. Desde que su protagonista me esbozó algunos detalles, supe que este asesino me tendría de su parte. Yo nací en 1976, entonces ya en Chile corría la sangre con la misma fuerza que la de un torrente de un río. No fue hasta en algún momento de mi adolescencia que escuché por primera vez aquel apellido extraño “Pinochet”, siempre aludiéndome al mentiroso Pinocho. Pasó algún tiempo y por alguna razón cayó en mis manos un libro, Isabel Allende me hizo enamorarme hasta hoy de esa trágica historia, De amor y de sombras se convertía en mi título de cabecera, desde entonces todo lo referente a la dictadura en Chile me parece verdaderamente interesante, por eso sabía que esta propuesta del festival la disfrutaría con creces, y una vez más reafirmo que no por gusto el teatro latinoamericano tiene un insoslayable referente en Chile.
Álvaro acaba de hablar con el público, los aplausos no esperan, él sale del escenario, yo de la sala, voy bajando las escaleras, la gente va delante de mí, me quedo solo viendo tanto horror, y en mi cabeza retumba la pregunta, ¿Mami, los hombres no lloran verdad?/Foto: Cortesía de Heidi Calderón.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Teatro joven sube a la escena holguinera / JRP


A partir de este cinco de marzo la escena holguinera se iluminará con el fulgor natural de la juventud, al abrir las cortinas al VII Festival Nacional de Teatro Joven, de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), con el auspicio del Consejo Nacional y Provincial de las Artes Escénicas, de la UNEAC Y DE LA Dirección Provincial de Cultura.
La gestión y producción teatral en la escena cubana de hoy, es el eje temático en torno al cual girará esta esperada cita de las tablas holguineras que por primera ocasión cuenta con la participación de una compañía extranjera, Teatro La Loba, de Chile, con la actuación especial del actor Álvaro Paltanioni.
En diálogo sostenido con el reconocido teatrista chileno, quien encarnará al torturador “Watón Romo”, de la dictadura de Augusto Pinochet, en el unipersonal “Asesino”. Éste explicó que se trata de un espectáculo muy cruel, que desde su estreno hace más de cinco años, siempre ha exigido mucho de él, y que con el paso del tiempo se ha convertido en una obra que cala muy profundo en el espectador.
Significó que “Asesino” va más allá de ser una propuesta política, aunque parte de la monstruosidad que llevó a cabo el régimen dictatorial de Pinochet, es una obra que ahonda en los sentimientos del ser humano, en lo que éste es capaz de hacer, “pero sobre todo es una voz que se alza en contra de la violencia en cualquier manifestación”, dijo Paltanioni, responsable de la puesta en escena.
“Asesino” estará a disposición del público holguinero el próximo viernes en la Sala Alberto Dávalos del Teatro Eddy Suñol por donde también desfilarán propuestas de los grupos Alasbuenas y del anfitrión Trébol Teatro, ambos de esta ciudad, además de Fénix Teatro, de Pinar del Río, con las obras “Culpa”, “Pasaporte” y “Nevada” respectivamente.
Por su parte, al escenario de la sala Raúl Camayd, en el propio Teatro Suñol, subirán La Guerrilla del Golem, de Santiago de Cuba, la compañía Punto Azul, de La Habana, Teatro del Espacio Interior y La Andariega, de Camagüey y Teatro sobre el Camino, de Santa Clara.
Aparejado a las presentaciones teatrales, el Festival desarrollará un programa teórico y de debate para cuyo desarrollo entre otros contará con reconocidas voces de la crítica escénica como Everto García Abreu, Norge Espinosa Mendoza, Jaime Gómez Triana y Vivian Martínez Tabares.
Entre los espacios teóricos que tendrán como sede la casona de la UNEAC, destacan el conversatorio que sostendrá con los jóvenes el reconocido director teatral Carlos Díaz, Premio Nacional de Teatro, así como presentaciones de libros de teatro de Ediciones La Luz, de la AHS de Holguín.
A su vez se desarrollará el encuentro itinerante de la crítica y particularmente el panel “Gestión y producción teatral en la escena cubana de hoy” cuyos panelistas serán los críticos anteriormente dichos además de Jazz Vilá, Pedro Franco y el periodista Alexis Triana Hernández, vicepresidente el Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
Poner al público en contacto con buena parte de lo más transgresor, fuerte y polémico de lo que se está haciendo ahora mismo en las tablas cubanas, es una de las pretensiones fundamentales del Festival de Teatro Joven, dijo el dramaturgo holguinero Yunior García, director de la cita.
“Hemos tratado de reunir en Holguín lo mejor de lo que están haciendo los jóvenes en el teatro cubano, y esta séptima edición va a tener características especiales pues por primera ocasión incluimos una propuesta del movimiento de artistas aficionados, se trata de la obra Iatrogenia, de Teatro Senda, de la Universidad de Ciencias Médicas Mariana Grajales”.
También por primera vez habrá un espectáculo dirigido específicamente a los adolescentes y en esta ocasión tenemos el privilegio de que suba a nuestro escenario una propuesta internacional, dijo. “Esta edición marca notable diferencia respecto a las anteriores, sin dudas creo que vamos creciendo, pero la última palabra como siempre la tendrá el público”.