viernes, 7 de marzo de 2014
Holguín siempre nos abre los brazos / JRP.
En la emisión de este viernes de la holguinera revista radial Contigo, de la CMKO, escuché a la colega Lidia Esther Ochoa decir que a Lina de Feria no le gusta que la llamen poetisa, y me llamó la atención porque a mi particularmente tampoco me agrada el término, lo considero una innecesaria feminización del calificativo de este difícil oficio intelectual. Con esta poeta tuve el honor de dialogar, la primera que obtuvo el Premio David de la UNEAC allá por el lejano 1967 y que además es acreedora de lauros tan distinguidos como el Premio Internacional de Poesía Raúl Hernández Novás, tres premios nacionales de la crítica y el tan codiciado Nicolás Guillén, en el 2008.
¿Qué opinión le merece la versión holguinera de la Feria del Libro?
A mi juicio en Cuba no hay otra plaza más fuerte culturalmente que Holguín. Yo estuve en la Feria de Villa Clara y en la de Artemisa y me sentí muy bien allí pero para ser justa, Holguín es distinta porque esta es una plaza en la cual hay muchos escritores importantes, intelectuales que tuvieron la valentía de apoyar a autores que en algún momento fueron marginados como tristemente lo fui yo y Holguín siempre nos acogió con los brazos abiertos, y nosotros nos sentimos agradecidos de cómo se respeta la cultura en Holguín, y toda esa buena energía se le inyecta a la Feria del libro, sumándole a ello la experiencia que tienen los holguineros en la organización de eventos culturales. Para mí Holguín es una plaza esencial en el panorama cultural de la isla, y la Feria la enriquece mucho más.
Aunque su programa en la Feria ha sido muy variado, uno de los momentos de mayor relevancia fue sin dudas la presentación del cuaderno Casa que no existía, reeditado por Ediciones Holguín. ¿Qué le pareció este regalo?
Realmente la reedición de Casa que no existía ha sido para mí una gran sorpresa porque se ha convertido en todo un acontecimiento. En Morro Cabaña (Feria el Libro de La Habana) se agotó inmediatamente, Artemisa lo solicitó y no quedaba un solo ejemplar, y aquí este jueves por la mañana se agotó enseguida al igual que Recorrido por una ciudad linterna, esto me deja ver con placer que soy una escritora rentable, que estoy en el marketing. Me siento feliz con esta reedición de Casa… es bellísima, con un cuidadoso prólogo de Lourdes González, a quien le agradezco, una mujer muy inteligente, con una capacidad extraordinaria para dirigir el valioso equipo de Ediciones Holguín. Sinceramente que me hayan hecho este regalo para mí es algo maravilloso.
El calibre de su obra le confiere la posibilidad de ser una voz autorizada para emitir criterios de la literatura cubana. ¿Qué le parece la producción literaria holguinera?
Me parece muy diversa y eso se logra precisamente por el trabajo de las editoriales de la provincia, tan serio es el trabajo de Ediciones Holguín como lo es el de Ediciones La Luz de la Asociación Hermanos Saíz, como bello y refinado es el de Cuadernos Papiro, todas han logrado un reconocimiento no solo nacional, su trabajo ha recibido elogios en varias partes del mundo y esto no es fruto de la casualidad, la labor de los editores es impecable y a este mérito hay que agregar que los escritores de aquí son muy diversos, iconoclastas, críticos, a veces líricos, lo que le confiere un paisaje muy abarcador a la producción literaria de la provincia.
¿Qué ocupa en estos momentos a Lina?
Yo no paro de escribir, tengo ya un currículum que acumula 24 libros, aún con los 20 años que estuve sin publicar. Ahora tengo una antología que saldrá próximamente bajo el sello de Ediciones Unión, que se titula La belleza de lo intendible, también Unicornio, de Artemisa me va a publicar un libro de veinte poemas que lleva por nombre Jaque a la muerte, y El mar y la montaña, de Guantánamo va a publicarme un texto que terminé de escribir hace poco, quiere decir que me siento feliz porque soy publicada en mi país aún con las dificultades y esto me provoca mucha alegría porque me gusta que mis libros salgan primero en Cuba que en el extranjero.
¿Qué es para usted la poesía?
Es exactamente lo que perdura y para que permanezca tiene que ir acompañada de pensamiento y carga filosófica si no es algo vacuo. Precisamente durante la Feria estuvimos hablando de la crisis de la poesía, muchos escritores hacen hoy tributo a un realismo sucio pero por suerte todavía la poesía no se define por esta vertiente. La vida nos demuestra constantemente que no es lo feo lo que trasciende, en la poesía como en la música, como en todas las manifestaciones del arte perdura lo verdaderamente bello, por eso creo que —sobre todo— la juventud debe hacer un alto y beber más de fuentes auténticas, informarse más y darse cuenta de que no podemos llevar a la poesía a un deterioro de la palabra, que al fin y al cabo es lo más importante para hacer poesía.
¿Lina como escritora qué espera usted de la literatura cubana?
Espero que salga de la crisis en la que está, porque evidentemente a veces se publica a quien no lo merece a juzgar por su obra y aquí aprovecho para decir que ojalá las editoriales cubanas siguieran el ejemplo de las de Holguín, aquí se publica con un criterio de selección muy riguroso y eso legitima calidad. Literariamente hablando, espero que todas las plazas sean tan fuertes y exquisitas como lo es Holguín.
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