domingo, 27 de julio de 2014

Ópera en Holguín 25 años después / JRP.


Muy bien valió esperar un cuarto de siglo para disfrutar del estreno de una ópera a la altura de la Cavalleria Rusticana que acaba de presentar el Teatro Lírico Rodrigo Prats junto a la Orquesta Sinfónica de Holguín y a artistas de Italia y Alemania, quienes en poco más medio mes de trabajo conjunto lograron una puesta que sin duda alguna pasará a la historia del bel canto cubano.
A cargo del alemán Andreas Baesler estuvo la puesta en escena, de marcada sobriedad, muy a tono con el argumento de la trama, el amor mancillado por la traición y la venganza que aflora para que la muerte se encargue de sellar la deshonra, triste desenlace de la famosa pieza de Pietro Mascagni.
La dirección musical de la “Cavalleria holguinera”, fue responsabilidad del maestro italiano Walter Themel, por decirlo de alguna manera quien en buena medida y junto a la soprano Concepción Casals, directora del Lírico holguinero, hizo realidad este viejo anhelo de que la compañía asumiera el reto de trabajar el género más complejo del arte lírico.
Bastó el encuentro de Themel con el lírico y la sinfónica en octubre de 2013 en el contexto del homenaje que ambos colectivos, bajo la dirección musical del reconocido director italiano, le ofrecieron al compositor G. Verdi en el bicentenario de su natalicio, para que se fraguara el compromiso de realizar Cavalleria en Holguín con los artistas holguineros.
Desde entonces iniciaron los preparativos y con la llegada del mes de julio, regresó Themel a la Ciudad de los Parques para cumplir lo prometido, pero no vino solo, junto con él llegaron sus coterráneas, la soprano Lucía Premerl y la oboísta Cristina De Cillia, y además el director Alemán Andreas Baesler, conocido en nuestro país por sus anteriores puestas con artistas líricos cubanos.
Pasaron varias jornadas de arduo trabajo en medio del cual las artistas italianas Premerl y De Cillia, organizaron un bello concierto con el acompañamiento de las pianistas Zaylí Escalona y Vivian Rigol, concierto que marcó la altura de la ópera que se gestaba en el interior del Teatro Suñol.
Llegó el gran y anunciado estreno, día 24, a las 9 de la noche se oscureció la abarrotada Sala Raúl Camayd del Eddy Suñol, se abrió el telón y empezó a cobrar vida el viejo anhelo. Ambos días (24 y 27) con la tristeza del corazón dibujada en el rostro, la muy bien lograda Santuzza (Lucia Premerl y Vilma Ramírez —recién graduada del ISA—), se debatía desgarrada en el dolor por la ausencia de su Turiddu extraordinariamente interpretado las dos noches por el tenor Yuri Hernández.
Desde el inicio en ambas jornadas el coro ofreció claras muestras de su brillante rol a lo largo de la puesta, como también lo hicieron las sopranos Dayamí Pérez, del Teatro Lírico Nacional y Liudmila Pérez en el personaje de Mamma Lucia los días 24 y 27 respectivamente, Claudia Aguiar y Betsy Remedios (Lola), así como los barítonos Víctor Valdés y Alfredo Más quienes dieron vida al traicionado compadre Alfio.
Cada uno de estos artistas al igual que los músicos de la sinfónica, dieron todo de sí para que se lograra con creces el brillo que alcanzaron ambas presentaciones de Cavalleria Rusticana, acontecimiento que contó con la presencia del señor Carmine Robustelli, embajador de Italia en Cuba, quien quedó verdaderamente complacido al ver el resultado del trabajo para el cual colaboró la sede diplomática a su cargo.
“Desde el punto de vista artístico a mí me ha parecido fantástica esta versión de Cavalleria Rusticana, los artistas han demostrado que tienen mucho talento, lo mismo que sucedió cuando el homenaje a Verdi. Nuestra colaboración como embajada fue muy sencilla en comparación con lo que hemos visto aquí”, destacó a la prensa el diplomático.
“La participación de los artistas italianos se debe a que aquí en Holguín las cosas se hacen muy bien, con alto nivel y por eso creo que van a regresar estos y otros y nosotros los vamos a apoyar siempre que lo requieran. Ya podemos anunciar que en noviembre próximo, en el contexto de la Semana de la Cultura Italiana estará aquí en Holguín la reconocida mezzosoprano Luciana Dintino, es decir que continúa la colaboración entre Holguín e Italia”.
Sin duda alguna Cavalleria Rusticana exige el máximo de cada intérprete, así mismo de cada técnico que interviene con su trabajo en el buen desarrollo de la obra, cuya historia cuenta de manera lineal el amor furtivo entre Turiddu y Lola, el sufrimiento de Santuzza quien ama con desespero a Turiddu, el hombre que le mostró el amor y quien al final paga su perfidia con sangre cuando Alfio venga la traición de Lola. Historia cantada en su idioma original, el italiano, y cuya traducción al español ayuda al público a una mejor comprensión de esta.
El fuerte dramatismo de tan emblemática pieza del verismo italiano, se acentuó con un muy bien pensado diseño escenográfico, de A. Baesler, al igual que el diseño de vestuario del propio Baesler y del consagrado maestro holguinero Sergio Ochoa, sumándose a lo anterior la exquisita interpretación musical de la orquesta que dirige el violista Harold Ricardo, lo que sintonizó perfectamente con el dramatismo de la puesta.
Para Walter Themel, particularmente los músicos están en condición de asumir cualquier reto; “Si bien para cantantes y actores Cavalleria Rusticana es una de las óperas de mayor complejidad, lo es especialmente para los músicos, pues incluso en el pequeño intermedio de la puesta, la orquesta tiene que interpretar el famoso interludio, ejecución con la que demostraron singular dominio de sus instrumentos, así que después de esto yo creo que están preparados para interpretar todas las óperas italianas”.
Themel habló de futuros proyectos que lo vinculan con Holguín, mostró su deseo de regresar al igual que Lucía Premerl, quien dejó a la ciudad un poema lleno de nostalgia. “Todo esto se ha logrado gracias al desvelo y empeño de muchas personas”, así lo reconoció visiblemente emocionada Concepción Casals, directora general y madre de este gran sueño hecho realidad.
“Desde que empezamos a montar Cavalleria siempre dije que con esta se abría un nuevo camino para el arte lírico de Holguín. Hacía 25 años no asumíamos un reto tan grande y ahora al ver que cada uno puso su corazón en este trabajo y lo que se logró gracias a eso, es muy reconfortante para nosotros como también lo es para ese público que nos premió con prolongados aplausos, ese público al que nos debemos y que siempre espera de nosotros entregas como esta de Cavalleria Rusticana”.

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