Las noches holguineras llegaron para quedarse. Ese argumento y el impacto positivo que con sus propuestas consiguió en la población fueron incentivos para mantener un proyecto sociocultural que si bien hay que reconocer constituye un espacio de diversión y esparcimiento para la ciudad, también hay que señalar que significa motivo de preocupación para no pocos.
Cerrar al tráfico vehicular una de las principales arterias de la ciudad que incluso da acceso al Hospital Pediátrico, significa uno de los primeros inconvenientes que actúan en contra de esta idea que además en su escenario encontramos un hogar de ancianos y casas de familia a quienes molesta el consiguiente ruido que provoca la actividad.
Estas entre otras problemáticas que generan las Noches Holguineras fueron cuestionadas meses atrás en las páginas del diario Juventud Rebelde sin que los certeros planteamientos ofrecidos por un reconocido profesional holguinero recibieran la respuesta que éstos merecían, por lo menos, el silencio y que aún las Noches continúen en el área cuestionada, dan fe de ello.
En el mes de agosto, atendiendo a lo delicado del cuadro epidemiológico del municipio de Holguín, junto a la acertada determinación de suspender los carnavales, también se adoptó la decisión de que recesaran las noches holguineras, y aunque no fue en un plano oficial, este periodista conoció de la intensión de mover de lugar el polémico espacio recreativo.
Por esa fecha se nos dijo que cuando se retomaran las Noches Holguineras, estas abarcarían todo el Parqueo del Estadio, lo cual nos pareció muy atinado pues indiscutiblemente esa es un área que reúne condiciones idóneas para este tipo de propuestas.
Sin embargo, cuando regresaron siguieron en el mismo enclave el cual mantienen hasta esta fecha, y ahora con la cercanía del fin de año y el advenimiento del aniversario 57 del triunfo de la Revolución, se desarrollan fin de semana tras fin de semana con sus ofertas para pasarla bien pero además con sus conocidos perjuicios.
Ahora, en su más reciente edición, este último fin de semana, con muy buen deseo y además muy merecido, se dedicaron al aniversario 93 de la FEU y al muy próximo Día del Educador pero esta vez con una particularidad, además de abarcar la Avenida de los Libertadores, se extendió a otra importante arteria de la ciudad, La Avenida de los Álamos, la cual da acceso al Hospital Vladimir Ilich Lenin con lo que el problema lejos de atenuarse se multiplica.
Nos parece muy bien que en una ciudad tan grande como Holguín este espacio recreativo abarque diversas áreas, pero, por qué comprometer vías tan importantes para la ciudad cuando se pudieran utilizar Plazas como la popularmente conocida como Los Chinos, la Camilo Cienfuegos, y el propio parqueo del Estadio, y así Las Noches Holguineras estarían presentes en tres áreas claves de la ciudad, este, oeste y centro.
Creo que está de más ponernos a enumerar los inconvenientes que traen consigo las Noches Holguineras en sus espacios actuales, máxime en la Avenida de los Libertadores.
Basta con el apoyo que de los propios holguineros tuvo en su momento el doctor Ramón Francisco Cruz Villar, quien envió la carta cuestionando el espacio de las Noches Holguineras a la Sección Acuse de Recibo del Juventud Rebelde, para que quienes deciden tomen conciencia del asunto y ubiquen tan noble y necesario espacio recreativo cultural en el lugar donde el disfrute sea pleno y no que la alegría de unos sea el disgusto y problema de otros.
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