miércoles, 30 de octubre de 2013

Nuestras raíces en Congreso / JRP

El VIII Congreso Iberoamericano de pensamiento abrió sus puertas este 25 de octubre en su ya habitual sede del Hotel Pernik con una intervención magistral del Dr.C. Eusebio Leal Spengler quien con esa prosa encendida, hermosa y sobre todo respaldada con un inmenso caudal de cultura que con inigualable disfrute en menos de una hora nos hizo recorrer esta isla nuestra. Después de saludar con singular afecto al numeroso auditorio, recordar con especial admiración a su compañero el Dr.C. Rigoberto Segreo, fundador del Congreso, comunicó que en el necesario descanso de la noche anterior después de haber recorrido más de 700 km por carretera, decidió engavetar la anunciada conferencia “en el baulito donde se guarda lo que no se ha de hacer, por eso decidí abordar un tema más adecuado y más próximo a la realidad y los propósitos del encuentro”, enfatizó. De forma ingeniosa engarzó la descripción de su travesía desde La Habana hasta Holguín enfatizando su entrada al oriente de la isla luego de pasar por encima del Río Jobabo, deslumbrado con el inmediato cambio del paisaje dejando atrás otro no menos hermoso, el del gran Camagüey al cruzar el río Jatibonico. Hizo referencia a cada sitio que lleva impresa las huellas de la historia patria, lugares que se encuentran en esa interminable carretera central. El historiador de La Habana, una de las figuras más brillantes del pensamiento cubano y latinoamericano fue conduciendo su exposición desde el arribo del almirante Cristóbal Colón en 1492, hasta caer en el tema central de lo que sería una “escueta” y a la vez extraordinaria disertación a cerca de cuánto le deben la identidad y las raíces culturales nuestras a la hispanoamericana, la árabe y la africana. “Hay un elemento sin el cual Cuba no puede ser explicada y que también vino en circunstancias distintas, el universo africano, si para algo sirvió el encuentro del viejo con el nuevo mundo a partir de los dolorosos capítulos que pertenecen ya a la historia de la humanidad, lo cierto es que África se insertó a nosotros en sus múltiples variaciones”. “Herederos de esa magna cultura llevamos también la del mundo árabe que España trajo metida bajo la coraza de sus conquistadores, y por eso hoy en nuestro español menciona aún palabras como aljibe, pantalón, alforja, alcalde, alcohol, azúcar, azulejo; y también vino la África profunda la que llegó en cadenas, la que sigue entre nosotros porque aportó no solamente el elemento de rebeldía del hombre que se ve privado de su libertad sino trajo además todo el poder de su mística, quedando hasta toda la fuerza de su contenido, una fe que logró mantener viva el alma de un pueblo cautivo y que se convirtió en rito de esperanza, en profecía de un mundo mejor”. Ya casi al final que ninguno de los presentes esperaba ni deseaba, Leal aseguró. “Esta es la realidad, todo podemos apartarlo menos la sangre, una sangre mestiza, por suerte para nosotros. Lo único salvador para Cuba es admitir su mestizaje, el de la sangre y de la cultura, y en ella como piedra preciosa nuestra herencia cultural indisoluble, pero lo más importante de todo es la familia iberoamericana como se le llama aquí, hispanoamericana al decir de Martí, nuestra América engendrada en años dolorosos y fuertes, esa América nuestra de la cual nos enorgullecemos es la que nos convoca”. Tras un prolongado aplauso la Ms.C. Bárbara Martínez, coordinadora del Congreso dio la palabra al Dr.C. Alejandro Torres, presidente del jurado del Premio José Manuel Guarch Delmonte, alta responsabilidad que compartió con los doctores Carlos Córdova Martínez y Samuel Olivero Calderón, todos altos catedráticos de la Universidad Oscar Lucero Moya. Del acta del jurado… “Luego de un complejo proceso de análisis crítico y selección de un total de diez investigaciones sustentadas todas en la calidad; por su rigor científico, fundamentado en un profundo estudio de campo, por el basto uso de fuentes primarias, además de importantes fuentes textuales, por su valor metodológico y la interacción con prestigiosas instituciones del país, por su genuino aporte al estudio de la cultura popular en el componente caribeño del territorio que ocupa la actual provincia de Holguín, por resultar un material de obligada consulta para los investigadores del tema, este jurado decide entregar el Premio José Manuel Guarch Delmonte al trabajo La presencia del Caribe en la cultura popular tradicional de la provincia de Holguín, de la autora Haydée Toirac Maique”. Además fueron reconocidos con respectivas menciones La hora del tres, de Carlos Mejías, y a La filosofía del derecho y la encrucijada del estado de nación en Cuba, bajo la autoría principal de Leodanis Torres. Tanto la placa que acredita al premio como los diplomas a las menciones fueron entregados por el excelentísimo señor Francisco Montalbán Carrasco, embajador de España en Cuba, y Pablo Plata, consejero cultural de dicha sede diplomática que entrega un monto metálico en CUC para este importante, reconocido y codiciado premio. Después de darle un abrazo a la profesora Haydée Toirac por su premio, y de complacer a un alto número de admiradores, Eusebio Leal se despidió con un hasta pronto apretando sus dos manos. Mientras con paso rápido y seguro se disponía a bajar por las escaleras le dije, Doctor respóndame dos preguntas: ¿Qué importancia usted le concede a la Casa de Iberoamérica a 20 años de su fundación? Que conserve el espíritu culto y alto que le dieron sus fundadores, los doctores Guarch y Segreo y de todos aquellos intelectuales de Holguín que lucharon por tener un espacio para la cultura con una visión amplia de crear y de apoyar el surgimiento de vanguardias intelectuales, que sirvan para movilizar la sociedad y transformar la historia es para lo que tiene que ser la Casa de la Cultura Iberoamericana… ¿Qué valor le otorga a la Fiesta Iberoamericana? Me parece excepcional que desde Holguín se pueda hacer una convocatoria y que vengan personas de todas partes del mundo con ese interés de aspirar no solo a conocer lo que Holguín hizo sino para ver lo que Holguín hace. Dio la espalda y salió con el mismo andar que semana tras semana lo vemos en la pantalla chica al andar la Habana. Así iniciaba nuevamente pero a la inversa el largo recorrido que lo llevaría hasta su querida capital, dejando en todos nosotros el eco de su inigualable verbo al abrir las puertas del congreso.

Raúl: Una gente con swing / JRP.

Indiscutiblemente Raúl Paz es una gente con swing… si por swing entendemos, un “tipo” genial, un artista muy inteligente, jaranero, sencillo, lo que se diría una gente chévere. Antes de pasar al pollo del arroz con pollo, es decir las respuestas de cada pregunta debo decir que esta entrevista tuvo varios intentos: al primero, llegué en el momento menos indicado, un problema de hospedaje en la cabeza… por suerte resuelto minutos después; el segundo, al acabar el concierto, cuando después de salir feliz del teatro supuestamente con 18 minutos de grabación, la técnica me jugaba una mala pasada —la Olimpus WS-802 solo grabó 17 segundos—, pero como no soy de los que se da por vencido fácilmente, me fui a la Casa de Iberoamérica, allí lo encontré, le dije “No me lo vas a creer…la entrevista no se grabó”...no me dejó seguir hablando, la respuesta fue: “Espérame dos minutos y nos vamos para algún lugar y allí la volvemos a hacer”. Minutos después ya estábamos en un acogedor “paladar” y acompañando la amena conversación con un exquisito plato me dijo, “empezamos”. ¿Cómo fueron tus inicios en la música? Fue muy temprano y prácticamente de manera autodidacta porque mi familia no quería que yo estudiara en escuelas de arte, yo creo que pensaban que yo iba a ser otra “cosa” (risas). Nací en Pinar del Río, era un niño muy despierto, travieso como casi todos los muchachos, sin embargo la escuela me calmaba, realmente me la tomaba muy en serio, sacaba muy buenas notas, pero aquel deseo de ser artista no desapareció y tomé clases de violín y guitarra. Después mis padres hicieron un cálculo mal, entre la vocacional de arte y la de ciencias exactas, hicieron hasta lo imposible para que me decidiera por la segunda y así fue, sin imaginar ellos que al llegar al IPVCE Federico Engels, hacían una especie de pruebas para ver en lo que uno tenía talento, el deporte, la pintura, la música, inmediatamente me captaron para la cultura y creo que fue allí donde me hice artista de verdad. A los 17 años lo decidí con entera responsabilidad, me fui a estudiar al ISA, cinco años después me gradué en música clásica, de ahí me gané una beca y me fui al Conservatorio Schola Canturum de parís a estudiar música impresionista con mi música clásica con un tonito guajiro por algún lugar. Tus canciones son como una foto, están llenas de momentos que han marcado tu vida. Si yo no hubiera sido músico, hubiera sido pintor, creo que nadie como un pintor es capaz de sintetizar tanto la vida y es lo que justamente trato de hacer con mis canciones, algo así como narraciones, historietas, quizás sea porque soy un fanático de la lectura, García Márquez, Cortazar, Carpentier. Me gusta que la gente piense con mis canciones, abrir la puerta, decir cosas entre líneas, me encanta la idea del juglar que va de pueblo en pueblo cantando y contando, y creo que eso es lo que soy y en lo que me convertí, alguien que va por el mundo con sus canciones inspiradas en mis alegrías, tristezas, triunfos. ¿Qué crees de la música que se hace hoy en Cuba? Cuba sigue siendo una potencia musical y esta noche lo pudimos comprobar en el concierto, los muchachos holguineros que tocaron el piano y cantaron, Rosalia, Arlet y Yazel, estudiantes del Conservatorio de Música José María Ochoa, son muy jóvenes, nos vieron por la calle, nos dijeron, queremos tocar con usted, y yo encantadísimo, prácticamente en dos horas se aprendieron todo y lo tocaron muy bien. Es decir, esa potencia está, hay músicos, pero hay que revisar la estrategia musical porque estamos como detenidos en el tiempo. Voy a decir algo por lo que tal vez me apedreen, yo creo que el reguetón es la única música que realmente ha evolucionado en este país en los últimos diez años, empezó siendo un desastre pero poco a poco compositores e intérpretes se fueron superando casi sin apoyo y le han ido poniendo un nivel más internacional y es realmente de las pocas músicas cubanas contemporáneas que ha ido evolucionando por lo menos en esta última década. Yo por naturaleza veo el futuro en nuestra música de manera positiva, ahora hay un fenómeno interesante de ciertos artistas que empiezan a lograr una unión entre públicos que estaban muy distantes, el llamado culto y el popular, va subiendo una generación que está tratando de remediar eso y entre ellos modestamente me encuentro y eso me hace muy feliz. ¿Qué es para ti la revolución en el más amplio sentido de la palabra? Yo quería hacer una canción sobre eso y no encontraba solución entonces busqué en un diccionario y encontré que revolución es el movimiento de los astros alrededor de un eje y que nunca para y esa definición me gustó mucho, que sea un proceso que no se pare y que logre ir más allá, que logre encontrar nuevas facetas. El revolucionario es alguien que debe tener una libertad muy grande para auto criticarse, de volver a empezar una y otra vez cuando haga falta, pero para mí simboliza cambio, reestructuración, pero sobre todo no pararse. ¿Y Cuba…? Cuba soy yo, es mi identidad, un país complejo…cuál no lo es… pero de aquí soy y aquí estoy y estaré, y tengo una complicidad con el público cubano que no la puedo tener con ningún otro por muy bien que hable otro idioma, entonces este es mi lugar de confidencias, de complicidad y hay aquí un gran símbolo, su gente, en cualquier lugar del mundo de lo que más se habla de Cuba es de su gente, y que lindo que un país sea reconocido por su gente. ¿Proyectos, sueños…? Creo que todos los días me levanto con un nuevo sueño en la cabeza, pero ahora entre los más cercanos están terminar un disco para diciembre, cubano 100 por ciento, hacer la música de una telenovela cubana que se está filmando ahora mismo, La otra esquina, prevista a salir en abril del 2014, y también hacer una gira internacional grande que incluye la visita a Europa, Asia, América Latina, y del Norte la que ya se está vendiendo a raíz del nuevo disco, pienso además hacer unos video clips y por qué no regresar a Holguín. ¿Cómo te sentiste en lo que fue tu primer concierto en Holguín? Súper feliz. Hace mucho tiempo queríamos venir a Holguín a compartir con ustedes, y fue verdaderamente lindo venir a celebrar el cumpleaños 20 de la Casa de Iberoamérica y a abrir la Fiesta Iberoamericana. Fue emocionante ver al público cantando, de pie y bailando. Mucha gente me decía, los holguineros no se paran a no ser que les guste lo que están viendo y yo creo que hubo un química especial, así lo sentí, yo la pasé muy bien y creo que el público también disfrutó de lo que hicimos, la vibra era muy buena y estoy ya comprometido con volver y presentarles el disco nuevo. Me gustaría hacer un concierto en una plaza más grande donde no se quede nadie fuera, reencontrarme con los buenos amigos muchos que conocía y otros que acabo de hacer, creo que será muy lindo regresar a esta ciudad de gente con swing.

Bienvenida, Fiesta de Iberoamérica y el mundo / JRP.

Con refinado y vistoso espectáculo de nuestro mundo que en lides culturales y artísticas nada tiene que envidiarle a las grandes potencias occidentales, abrió sus puertas la XIX Fiesta de la Cultura Iberoamericana. Más de medio centenar de jóvenes cantantes líricos, bailarines y modelos subieron al escenario del Teatro Suñol para darles la bienvenida a Iberoamérica y al mundo. Una impresionante salida de Cecilia Valdés, en voz de la joven y descomunal soprano María de los Ángeles Falcón, le siguieron la Romanza de María la O, interpretada por la no menos célebre mezzo Claudia Aguiar, y la Salida de Amalia Batista, en voz de una muy mesurada Sonia Camejo. Bastaron estos tres íconos del repertorio lírico para dejar boquiabiertos a quienes se enfrentan por primera vez a un Teatro Lírico rejuvenecido y con una salud verdaderamente impresionante. Subieron también al escenario con igual desempeño Yuliannis Sánchez, con una muy bien lograda No llores por mi Argentina, quien junto a Dianelis Torres y Lisett Núñez, fueron aclamadas por su destreza al interpretar con donaire las complejidades vocales del Ruiseñor de nuestro Lecuona. Igual desempeño demostraron el tenor Alejandro Aguilera y el barítono Víctor Valdés. Si bien hay que decir que el Teatro Lírico Rodrigo Prats brilló, también lo hicieron el Ballet de Cámara con la primavera de su coreografía Estaciones, de Tania Vergara, y El Adiós; la guantanamera Danza Fragmentada bailó Ángeles si alas dejan huellas de un encuentro y 3 instantes de un momento, del coreógrafo Esteban Aguilar Domínguez. Otra que arrancó cerradas ovaciones fue la compañía de Irene Rodríguez, que puso el punto sobre la i en un espectáculo que por tradición rinde homenaje a España. Dueña de un sello y una manera única de afincar los tacones en el tabloncillo, Irene avanzó lo que será su espectáculo de esta noche. Bajo la dirección de la experimentada Concepción Casals, el espectáculo sorprendió una y otra vez con el vestuario de las cantantes, exóticos atuendos del diseñador holguinero Alejandro de la Torre, quien además lució sus auténticas creaciones con las modelos del Fondo Cubano de Bienes Culturales, experiencia que ya es habitual entre De la Torre y el “Rodrigo Prats”. Además del público holguinero disfrutaron del espectáculo Luis Antonio Torres Iríbar, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia, Sucel Téllez Tamayo, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Rosa María Ráez Abigantú, primera secretaria del Partido en el municipio, el excelentísimo señor Francisco Montalbán Carrasco, embajador de España en Cuba, y Pablo Plata, consejero cultural de dicha sede diplomática, invitados especiales a la gala inaugural. Las palabras de bienvenida que dejaron oficialmente inaugurada la XIX Fiesta de la Cultura Iberoamericana estuvieron a cargo del Dr. C. Eduardo Ávila Rumayor, director de la Casa de Iberoamérica y presidente del Comité Organizador del evento quien reconoció a Suramérica como un escenario de identidad más que como una región geográfica. “Con esa visión la Casa de Iberoamérica convocó a artistas, promotores, intelectuales y amigos para debatir y mostrar desde los quehaceres culturales la capacidad que tiene la cultura de integrarnos y emanciparnos. Las respuestas recibidas y la presencia de más 250 delegados de 20 países denotan el compromiso expreso de salvaguardar esta identidad… gracias a todos por acompañarnos en el empeño de hacer de la cultura una poderosa arma de resistencia y de transformación social”. Después de un muy bien logrado Brindis de la Traviata no solo por los intérpretes protagónicos, sino por los del Coro, que también se lucieron, y de asumir los rigores de una de las más difíciles partituras de La flauta mágica, el final no podía ser algo menos que la Oda a la alegría, de la Novena Sinfonía de Beethoven, sopranos, mezzos, barítonos, tenores, bailarinas y bailarines colmaron el escenario para abrir las puertas de una Fiesta que más de Iberoamérica es del mundo.