miércoles, 6 de agosto de 2014

¿Quién tiene la culpa? / JRP.


¿Quién tiene la culpa?, esta interrogante es el móvil de la obra Culpa, ganadora de la Beca de Creación Milanés 2013, de la Asociación Hermanos Saíz, pieza de profundo carácter dramático con texto y puesta en escena de la holguinera Rosa María Rodríguez Pupo, estrenada recientemente en la Sala Alberto Dávalos del Teatro Comandante Eddy Suñol de Holguín.
Dicha obra contó con la incondicional labor de la compañía Alas Buenas la cual sigue apostando por el trabajo con los jóvenes y en este caso con una pequeña nómina en la que comparten roles artistas profesionales, recién graduados de escuelas de teatro y aficionados.
Quizás sea este el talón de Aquiles de Culpa, el endeble desempeño de unos actores frente a otros, y no se traduzca la anterior afirmación con que el mejor ejercicio lo lograron los actores profesionales ante una Damaris Velázquez Labrada, aficionada que dio vida a una Gema muy bien moldeada, contenida y a la vez expresiva y muy sensual cuando lo requiere la situación dentro de la puesta.
También es loable el manejo y la fuerza que le imprime a su personaje (Lorena), la joven actriz Lisa María Velázquez Serrano, quien logra con contundente brillo la jovencita, cuasi niña que asume el rol de la madre ausente, la alumna que le vende su sexo al profesor de biología, la homosexual provocadora y la chiquilla rebelde a ultranza, matices en los que se desdobla este personaje, uno de los protagonistas de la obra y por supuesto también de los más complejos.
Mención aparte merece la investigadora, asumido con inconmensurable fuerza por la autora de la obra, Rosa María Rodríguez, quien a juicio del autor de estas líneas, se traga al resto de los actores. Así lo demuestra Rosa con su personaje de la mayor, investigadora del Ministerio del Interior, responsable de encontrar la verdad que nunca aparece.
Una militar cuya personalidad nada entre dos aguas, una cristalina que demuestra la oficial recta y segura y otra turbia en la que la investigadora transgrede la rectitud de su uniforme para aceptar con frialdad las provocaciones de los interrogados y convertirse ella también en un ser frio y calculador con tal de arrancar la confesión del interrogado. Matices del personaje que Rosa María logra con notable capacidad interpretativa.
Todo lo anterior corrobora que el reparto femenino supera con creces al masculino quedando muy por encima de José Moreno Zaldívar en el personaje de Leonardo, el muchacho bisexual y de Miguel García Torres, quien encarna al profesor Antonio, personajes que sin dudas le dan la posibilidad a los actores de lucirse y sobresalir, sin embargo, a mi juicio estos se quedan en el intento.
Más allá del trabajo actoral, algo que favorece la puesta es su diseño escenográfico, muy original, sobre todo el local de interrogatorio y la parada de ómnibus, así como la utilería funcional que deja de ser inanimada para convertirse en pieza clave para el desarrollo de la obra como el televisor que forma parte esencial de la puesta.
También es digno de reconocer el trabajo con las luces y el sonido, elementos que sin duda alguna hacen más amplio el espectro de la puesta en escena y establece una relación muy estrecha con el público aun cuando en ningún momento se interactúa con éste.
Indiscutiblemente con su estreno Culpa inicia un largo camino en el que como toda obra de arte le esperan flores y vainas. Quizás sería saludable repensar la puesta, pues pasados los primeros 45 minutos se torna monótona.
Al igual recabaría en beneficio lograr un cierre más contundente que delimite el final de la historia pues según mi apreciación se queda abierta para que el espectador le endilgue la culpa a quien le parezca, o tal vez este recurso se emplea a exprofeso porque la historia que nos cuenta Culpa puede ser la de cualquier víctima del odio, la discriminación y la violencia.
A pesar de estas reflexiones que a mi modo de ver levantarían la puesta, Culpa con su colectivo que ha de ir creciendo, tiene el gran mérito de venir a oxigenar el deprimido, —casi nulo— panorama del teatro dramático en la escena holguinera.

1 comentario:

  1. Me encantaria alguna vez poder disfrutarla por el momento ,solo puedo callar .

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